No pensar

Flores de otoño y luna, por Hōitsu Sakai.

Leer. No pensar. Esta tarde. Mientras llueve. Mientras se hace de noche. Ya encienden las farolas. Miro abajo. Unos se adelantan a otros. Lleva lloviendo desde ayer. Todos quieren llegar a casa. Llegar. Volver. Todos quieren. Miro el libro en la mesa. Debajo hay una gota rosa. Oscura. Sería de anoche, pienso. Del vino. No pensar. Vuelvo al libro. Lo abro. Lo cojo y lo abro. Estoy sentado. Leo. Página diecinueve. “Pero la realidad no tiene escapatoria. Los durmientes se han despertado y empiezan a comer y a hablar”. No pensar. Lo suelto. Estoy en la ventana. He soltado el libro y estoy en la ventana. La gente ha llegado ya. Miro las ventanas. Cálidas. Amarillas. La gente ha llegado ya. Llueve. Se ha hecho de noche.

Fin

Los tristes

Armonía en azul y plata, por James Abbot McNeill Whistler. Año 1.865.

Los tristes

Algo de frío. Sí. En el pasillo de las ensaladas. Ya preparadas. Cortadas. Lavadas. Cojo la que tiene el plástico más duro. Me parece que estará mejor. No sé por qué. La cojo. Me giro. Siempre me parece que habrá alguien mirándome. Pero no. Hay gente. Como yo. Cogiendo algo para cenar. Otro sábado. Otra noche. Mirando también. Mirando si alguien les mira. Pero no. Me parecemos tristes. Uno que lleva ropa de cartero me recuerda al tío G.. Cuando murió, el primo A. quería quedarse su uniforme. No le dejaron. Había que devolverlo. Pero en el pueblo todavía era costumbre ponerse la ropa del muerto. Un año. El varón más próximo por descendencia tenía que vestir su ropa pero no le dejaron. Había que devolver el uniforme a la oficina de correos. La abuela le hizo uno. Todavía cosía. Le hizo un traje muy parecido. Con el escudo también. El primo A. lo llevó casi siempre. Ese año.

Fin

Ahí

El monje frente al mar, por Caspar David Friedrich. Años 1.808 a 1.810.

Ahí

Frío en los pies. Sí. Ha cambiado el tiempo. Ayer era otro octubre. Lo dijeron en las noticias. Por la noche. Que iba a cambiar. Que iba a venir ya el frío. Me levanto. La mujer de ahí tiende. Calcetines. Dos camisetas. Sujetadores. El sol no da ya en la ventana. Lo pienso. Debajo está el radiador. Me gusta cuando es invierno y encienden la calefacción. Cuando no tengo que trabajar en invierno y puedo estar en casa con la calefacción. Me da ganas de cenar sopa. Pienso en preparar caldo o sopa pero acabo comiendo lo que tenga. Pan y salchichón o lo que tenga. Sigo con frío. Como si estuviera en una orilla. En un anochecer. Cuando todos se han ido ya. Me pongo los zapatos. Siempre me los quito para estar en casa, pero me los pongo. Sí, mejor. Vuelvo a la ventana. La ropa de la mujer sigue secándose. Ahí.

Fin

Amapolas

Amapolas, por Katsushika Hokusai. Año 1.833 aproximadamente.

Amapolas

— — — — — — —

Cielo enorme.
Engulle.
También el alma.
Respira.
Como puedas.
Colores.
Destrozados.
Por el camino.
También.
De repente.
Tanto rojo.
¿Puede ser?

Fin

Duele

Un círculo, por Vassily Kandinsky. Año 1.928.

La noche calla.

Dolor de los pecados.

Otro domingo. 

Nocturno

Nocturno

— — — — — — —

Recuerdos.
Otra vez.
Silencio.
Flores.
Respiran.
Noche.
Perfume.
Tan negro.
Tú.
¿Dónde estás?

Fin

Paisaje ausente

Panel derecho de «Flores rojas y blancas del ciruelo«, por Ōgata Kōrin.

Paisaje ausente

— — — — — — —

Estar.
Me empeño.
Árboles.
Cielos.
Trepan.
Y tú.
Piedra.
Ojos.
Ojos grises.
Aunque atardezca.

Fin